Lejos de mi pueblo
Posted by Unknown | Labels: Junto a mi esposa Carolina | Posted On miércoles, 22 de junio de 2011 at 6/22/2011 04:48:00 a. m.
Mi vida fuera de mi pueblo estoy provando atravez de mi telefono.
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Carnaval en La Habana Malecón
Con estos monumentos, que valida e impone sus modelos y patrones, como un ejercicio de autoridad que consolidar su posición de liderazgo político (real o ficticio).
Esto debe ser entendido, y es aplicable a todos los monumentos históricos en La Habana, durante los siglos 19 y 20. En el monumento se puede ver la situación nacional diferente, el gobernante ... especialmente antes de 1898 (gobierno español), y después de 1902 (la independencia de Cuba).
En el último tercio del siglo 18, en virtud de los cambios políticos y administrativos impulsados por la Corona española, tras la recuperación de La Habana, del británico en 1763, se planteó la Habana, arquitectónico y de la urbanidad Plan (Plan de Obra Públicas), iniciado a raíz gobernador Marqués de la Torre (1771-1776).
Este proyecto fue acompañado de un importante mostrar una estatua monumental. , Que tendrá un papel muy importante en la estructuración nueva de la ciudad.
La Habana de la calle Montserrat, con el estilo Art Deco Edificio Bacardí
Sus barrios más importantes, la Habana Vieja, Vedado, Miramar, Centro Habana y el Malecón ofrecen un interesante viaje por los recuerdos de la antigua arquitectura.
El toque de distinción lo pone el Capitolio Nacional, réplica del de Washington, al que arquitectos e historiadores consideran una obra casi perfecta de la ingeniería de inicios de siglo XX, además de clasificarlo entre los seis palacios de mayor relevancia a nivel mundial. Se caracteriza por su severo clasicismo y monumentalidad.
El Capitolio Nacional
Los visitantes que acuden cada día a la antigua villa de San Cristóbal de La Habana preguntan, casi sin falta, por la ubicación de esa construcción, considerada por los especialistas como el segundo punto más alto de La Habana.
La antigua villa de San Cristóbal de La Habana (El Templete)
La Habana Vieja Es el barrio más antiguo de la capital y alberga casi un millar de edificios, los más antiguos de los cuales se remontan al siglo XVI. Se formó a partir del puerto, el centro oficial y la plaza de Armas. Recuerda nostálgicamente a Cádiz y Tenerife. En ella están todos los grandes monumentos, las fortalezas, los conventos e iglesias, los palacios, las callejuelas o los soportales. La Habana Vieja es el conjunto colonial más rico de Latinoamérica. En 1981 el barrio fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
El puerto de La Habana
La Habana, Plaza de Armas (el Templete)
La Habana Vieja
Plaza Vieja de La Habana.
Fortaleza de San Carlos de la Cabaña
Plaza de Armas. Es la plaza más antigua de La Habana. En el siglo XVI era el corazón de la ciudad y el capitán general de la isla asistía a las festividades desde el balcón de su palacio. Fue abandonada después de la independencia y restaurada en 1935, de acuerdo con antiguos grabados.
Plaza de Armas
Plaza de la Catedral. Se trata de la plaza más conocida de La Habana y, según dicen, una de las mas armoniosas de América Latina. Las mansiones que la rodean datan del s. XVIII: como la casa de Lombillo, construida en 1730 o el palacio del Marques de Arcos, de 1741
Plaza de la Catedral
La casa de Lombillo
El palacio del Marques de Arcos
Plaza de San Francisco. Allí se encuentran la iglesia y el convento de San Francisco de Asís, construidos a finales del s. XVI y remozados en estilo barroco a principios del s. XVIII. A su alrededor se extendían los muelles. Frente a la iglesia, se encuentra la antigua Lonja del Comercio
Plaza de San Francisco
La iglesia y el convento de San Francisco de Asís
Plaza Vieja. Construida a mediados del s. XVI, durante la ampliación planificada de la ciudad. Fue enseguida una plaza muy comercial, donde ricos mercaderes se hicieron construir hermosas mansiones. Uno de los más hermosos ejemplos de estas mansiones con columnas y multicolores vidrieras es la casa del conde de Jaruco, hoy Fondo de Bienes Culturales.
Plaza Vieja
La casa del conde de Jaruco
Los Castillos. Son las dos fortalezas que, antaño, custodiaban la entrada del puerto. El Castillo de los Tres Reyes del Morro, s. XVI, que ofrece la más hermosa vista del Malecón. Y el Castillo de San Carlos de la Cabaña, s. XVIII, que destaca por su importante colección de armas. En un extremo del fuerte se levanta un cristo de mármol de Carrara de catorce metros de alto.
El Castillo de los Tres Reyes del Morro
El Castillo de San Carlos de la Cabaña
El cristo de mármol de Carrara de catorce metros de alto del Castillo de San Carlos de la Cabaña
Las Iglesias. La arquitectura de La Habana tiene una amplia representación en las iglesias antiguas, más o menos restauradas y más o menos abandonadas, que salpican la Habana Vieja. La inmensa mayoría data del siglo XVII, época durante la cual las comunidades religiosas y la Corona se dedicaron a fundar numerosos templos. Entre ellas, merecen ser destacada la iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
La iglesia de Nuestra Señora de la Merced
Centro Habana Situado entre los distritos hoteleros de La Habana Vieja y Vedado, de camino a las zonas mas turísticas de la ciudad, Centro Habana no ha disfrutado del nivel de inversiones y rejuvenecimiento que ha obtenido La Habana Vieja, excepto en el Malecón, donde algunas de sus partes han recobrado su esplendor.
Centro Habana
El Malecón
Es una zona con carácter propio, tan significativo y fascinante como cualquier otro barrio de la capital. Sus concurridas calles con edificios de los siglos XVIII y XIX están llenas de vida. Uno de los lugares más impresionante de Centro Habana es la iglesia del Sagrado Corazón, un templo neogótico fuera de las rutas turística. Allí se encuentra el curioso Barrio Chino.
Fachada de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en la Calle Reina-Centro Habana
Barrio Chino
El Hospital Hermanos Ameijeiras. fue construido en 1980 y con veinticuatro pisos es el edificio más alto de Centro Habana.
El Malecón. Su construcción se efectuó en varias etapas: el estrecho dique de comienzos del siglo XX fue prolongado en 1921 hasta el inicio del barrio del Vedado, y el bulevar frente al mar no alcanzo sus actuales límites hasta 1950. Centro estratégico de La Habana, el Malecón es un punto de orientación ideal que flanquea todo el barrio del Vedado y del Centro hasta la Habana Vieja. El Malecón tiene cinco km. de longitud, del Castillo de la Punta a la Chorrera y es visita obligada al viajar La Habana.
El Malecón
Vedado Actualmente es el centro de La Habana, el barrio de los negocios y del comercio. Allí están los bancos, las compañías aéreas, las agencias de viaje, los cines, las oficinas de los ministerios, numerosos hoteles y tiendas. Las avenidas y calles del Vedado están trazadas en ángulo recto y se denominan con cifras o letras.
El Vedado
La Rampa y la Calle L. Pueden ser consideradas las arterias principales de un centro de la ciudad erizado de grandes hoteles: el Nacional, el Habana Libre, el Capri, el Victoria. A un extremo de la calle L, tras haber dejado atrás el Habana Libre, se encuentran las majestuosas escaleras de la Universidad de La Habana, fundada en 1728. La plaza Ignacio Agramonte representa el centro del campus, rodeado por cuatro edificios: el rectorado, la facultad de derecho, la facultad de ciencias y la biblioteca.
La Rampa
La Calle L
Hotel Nacional
Hotel el Habana Libre
Hotel el Capri
Hotel la Victoria
Las majestuosas escaleras de la Universidad de La Habana
La plaza Ignacio Agramonte
La facultad de derecho
Plaza de la Revolución. La plaza de la Revolución es mayor que cinco campos de fútbol de medidas reglamentarias. Puede albergar un millón de espectadores para grandes manifestaciones como la de 1 de mayo. Iniciada en 1953, bajo Batista, la construcción de la plaza y del monumento a José Martí concluyo en 1959, tras el triunfo de la Revolución. La vasta explanada de 4,5 hectáreas esta rodeada por los edificios de la sede del comité central del Partido Comunista, del Teatro Nacional, de la Biblioteca Nacional, del ministerio de Comunicaciones y del ministerio de Justicia. Una incomparable muestra de la más imponente arquitectura de La Habana.
La famosa 5ª avenida
El túnel de las Américas
¿Revolución es construir?
Aunque el gobierno es incapaz de cumplir los planes de vivienda, prohíbe a la iniciativa privada tomar las riendas del asunto.
Lo oscuro de la ciudad, debido a influencias internas y externas de la economía de Cuba está en crisis constante. Los salarios son muy bajos, por ejemplo, un médico gana $ 25 por mes Por lo tanto, no es de extrañar que gran parte de la vivienda y la infraestructura de Cuba se encuentra en distintas etapas de descomposición.
Sin embargo creo que hay una cierta belleza de las imágenes siguientes. Sólo una nota: En esta serie se llama "La decadencia de Cuba" no estoy poniendo fotos de edificios antiguos bellamente restaurado públicos y casas particulares de los que hay muchos sorprendente.
Después de 50 años, los cubanos podrán levantar sus casas
Los ciudadanos tuvieron que esperar 50 años para poder tener ese derecho. El dictador Raúl Castro les dijo que hagan sus viviendas “con lo que puedan”. La isla enfrenta una grave crisis habitacional jaaaaaaa .
Así viven los pobres cubanos, en edificios a punto de derrumbarse, con la protección de Dios todo poderoso que evita que este "edificio" se les caiga encima. Solo cuentan con la protección divina, ya que el régimen cubano los abandonó a su suerte desde hace décadas.
Un reportaje periodístico de la televisión cubana trajo nuevas evidencias y ejemplos de los retrasos y carencias del actual programa de construcción de viviendas impulsado por el Estado. Dichos incumplimientos ocasionan no pocas molestias y dolores de cabeza a las muchas familias que, con gran esfuerzo, tratan de resolver un problema que constituye una verdadera tragedia para la sociedad.
En este caso, una localidad reproduce los problemas e insuficiencias cotidianas y permanentes a lo largo y ancho de la Isla: retraso e inconsistencia en la entrega de los materiales, lo cual paraliza o demora indefinidamente las construcciones; alto costo de la mano de obra especializada, frente al bajo poder adquisitivo de las familias aspirantes; pobre respuesta del Estado, los poderes locales y las entidades responsables de satisfacer las necesidades constructivas que requieren los ciudadanos. Estos son sólo algunos de los obstáculos que determinan el fracaso rampante del último proyecto gubernamental destinado a resolver la escasez de viviendas.
Hace poco más de dos años, las autoridades aseguraron que se disponían a construir alrededor de 100.000 viviendas por año, principalmente a partir de los esfuerzos de los propios necesitados. El reportaje de marras da cuenta de que en la provincia de Granma sólo se han concluido 25 viviendas de un plan de 900, según el programa impulsado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) para sus "miembros vanguardias".
'El Estado no puede'
En su discurso del 1 de mayo de 2006, el entonces gobernante Fidel Castro aseguró que los ciudadanos debían aprender a construir sus viviendas, porque el Estado no podía satisfacer las enormes necesidades en ese ámbito.
Sólo pocos meses después de anunciado el ambicioso programa —que por cierto ningún cubano de a pie creyó realizable—, el mismísimo secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage Dávila, reconoció su incumplimiento y muchas de las dificultades y distorsiones que este había sufrido.
Al anunciarse el nuevo programa constructivo, muchos ciudadanos adelantaron el análisis, que discernía sobre la imposibilidad del Estado de acercarse siquiera a esa cifra en la época en que la extinta Unión Soviética subsidiaba, con amplia generosidad, la economía nacional. Y se preguntaban: ¿A partir de qué presupuestos imaginan las autoridades poder cumplir la ambiciosa meta?
¿Cómo es posible que después de medio siglo controlando totalmente la construcción y distribución de viviendas, sin detenerse a reconocer el resonante fracaso que está a la vista en forma de crisis extrema, el gobierno pase a los ciudadanos la responsabilidad de un problema creado por el afán de monopolio y la permanente desidia administrativa que caracteriza el sistema?
Es sumamente difícil para los ciudadanos, en medio de las dificultades vivenciales que los agobian, enfrentar tal empresa, lidiando además con las carencias y corruptelas que genera el sistema.
'El Estado no quiere'
Mientras esto sucede, gran cantidad de profesionales, técnicos y trabajadores calificados de la construcción son privados de la posibilidad de hacer un aporte capital a la solución de tan complejo problema, mediante la creación legal de pequeñas y medianas empresas. Construir o reparar una vivienda dejaría de ser entonces un lujo de los económicamente acomodados y una tragedia para las grandes mayorías.
Podríamos ver cada semana un reportaje sobre los esfuerzos y traumas que enfrentan los ciudadanos para construir viviendas en el país, y todos estarían colmados de promesas y metas incumplidas, necesidades insatisfechas y esperanzas frustradas.
En lo alto del edificio que alberga el Ministerio de la Construcción en la capital, se lee desde hace una treintena de años una inscripción que asegura: "Revolución es construir". Esta parece ser la peor de las bromas, cuando se sabe, por ejemplo, que las mejores instalaciones deportivas del país —el Estadio Latinoamericano y el Coliseo de la Ciudad Deportiva— cuentan con más de 60 y 50 años, respectivamente.
También se ve cómo la institución insignia de la pediatría nacional, el hospital Pedro Borrás, está en reparación desde hace veinte años; sin dejar de compadecerse por las familias que han visto pasar varios lustros de su existencia en los llamados "albergues de tránsito", en espera de recibir del proveedor exclusivo y omnipotente una vivienda humilde, pero propia.
En su alegato de defensa durante el juicio por el asalto al cuartel Moncada, Fidel Castro aseguró que en Cuba sobraban piedra y brazos para que cada familia tuviera una vivienda decorosa. Cincuenta años después, hay muchos más brazos y, al menos, la misma cantidad de piedra, pero continuamos aguardando por la voluntad de los hoy poderosos.
LAS RUINAS DE LA HABANA
LA OBRA PERFECTA DE LA REVOLUCION.
EL LEGADO DEL CASTRISMO.
LOS COMUNISTAS BASAN SU DOPTRINA
EN LA DESTRUCCION, EL HAMBRE Y LA MISERIA
ASI SOMETEN A LOS PUEBLOS, CON MENTIRAS,
PARA TERMINAR ECHANDOLE LA CULPA AL ENEMIGO
PARA NO ACEPTAR, SU INCAPACIDAD, Y SU FRACASO.
Imagenes sin comentarios para ustedes ....
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